Hace unos días la Universidad de la Rioja, el Instituto Riojano de la Juventud y la asociación DYA celebraron el VII Concurso de Seguridad Vial. Entre ellos, destacaron cuatro programas llevados a cabo por alumnos de la Universidad, otorgándoles los premios correspondientes. Los proyectos debían estar relacionados con elementos del tráfico (vía, vehículo y el factor humano), por lo que en todos ellos se proponían aspectos de seguridad activa para reducir el número de siniestros en las carreteras y sus consecuencias.
Los proyectos galardonados son:
- Tercer premio (compartido): Luz roja a los atropellos. Presentado por Enrique Sodupe, propone diseñar dispositivos que ayuden a reducir la siniestralidad de los viandantes en nuestras ciudades y tratar de concienciar a peatones y conductores de la importancia de respetar la señalización. Para ello, propone colocar una hilera de luces en el suelo del lateral de los pasos de cebra por la línea donde deben parar los vehículos, así como sensores de movimiento en los postes de semáforos orientados hacia el paso de cebra.
- Tercer premio (compartido): Fernando Lucas Rey presentó su propuesta, consistente en alcoholímetros instalados de serie en los vehículos, los cuales solo arrancarían en caso de que el conductor pasara el correspondiente test de alcoholemia.
- Segundo premio: El proyecto de Sandra Hernández Blanco y Sergio Ramón Tobías, consiste en instalar sensores en el asfalto para que al paso de los vehículos por encima de ellos se pueda detectar las medidas y desgaste de los neumáticos. De esta forma, se pretende dar a conocer a los conductores la necesidad de revisar los neumáticos y cambiarlos antes de que dejen de ser eficaces.
- Primer premio: Enrique Sodupe repitió galardón con otro proyecto, denominado «Conducción despierta«, y que pretende instalar diferentes dispositivos dentro del vehículo para detectar el grado de somnolencia del conductor. De esta manera, se pretende advertir al conductor cuando se encuentre fatigado y a punto de dormirse.