El autobús europeo del futuro


El pasado mes de octubre comenzaron en Madrid las pruebas piloto del  Autobús Europeo del Futuro (siglas en inglés EBSF), un proyecto de investigación financiado por el VII Programa Marco en el que participa el Centro de Investigación del Transporte de la UPM y que tiene como objetivo mejorar la imagen de los sistemas de autobuses en áreas urbanas, por medio de nuevas tecnologías aplicadas a vehículos e infraestructuras, en combinación con las mejores prácticas operacionales, en un método de acercamiento para lo cual se desarrollarán Estudios de Caso en siete ciudades europeas, entre las que se encuentra Madrid.

El día 18 de octubre de 2011 comenzaron las pruebas piloto en la ciudad, para lo cual se han instalado pantallas en cuatro paradas de autobuses de Majadahonda, que ofrecen información sobre los tiempos de espera de cualquier medio de transporte cercano (cercanías, autobuses interurbanos, etc.) así como información relevante en tiempo real acerca del carril BUS-VAO.

El proyecto reúne a los cinco principales fabricantes europeos de autobuses y a otros 42 socios de un total de 11 países. Además de Majadahonda, participan en las pruebas piloto simultáneas las ciudades de Rouen, Gotemburgo, Roma, Bremerhaven, Budapest y París, y en cada una se está probando una parte del proyecto del autobús.

El objetivo es poner en común las conclusiones, en noviembre de 2012, para diseñar entre todos un prototipo de autobús que incorpore los avances y mejoras alcanzados mediante este trabajo conjunto y mejorar la gestión del servicio mediante la aplicación de diferentes innovaciones tecnológicas. Los cuatro prototipos de nuevos vehículos han sido realizados por Volvo, Man, Mercedes-Evobus e Irisbus y van a probarse en Gotemburgo, Budapest, Bremerhaven y Roma.

Los otros tres proyectos se están probando en autobuses convencionales que ya están en circulación como en Madrid, centrados en la mejora de la información en tiempo real.

En Gotemburgo se están probando medidas para mejorar la ergonomía de los autobuses, en Roma medidas de modularidad para aumentar su capacidad interna, mientras que en Alemania las pruebas consisten en facilitar el acceso señalizando la puerta más cercana a los espacios libres o la indicación mediante una señal luminosa de los asientos libres. En Budapest y en París las innovaciones están dirigidas a potenciar el mantenimiento remoto y optimizar el consumo energético, mientras que en Ruán se prueba una plataforma que se despliega en la parada cuando se acerca el autobús para mejorar la accesibilidad.