Cada vez son más ciudades a nivel europeo que apuestan por introducir en sus flotas de autobuses urbanos modelos de vehículos eléctricos capaces de recargarse durante el trayecto de forma inalámbrica por inducción. Este es el caso de la ciudad inglesa de Milton Keynes en el que acaba de arrancar un proyecto piloto de cinco años de duración en el que se probará esta tecnología para ser aplicada, en caso de éxito, en más ciudades del país.
Ocho autobuses eléctricos sustituyen, desde el pasado día 19 de enero, a los siete autobuses de motor convencional que circulaban hasta entonces. Los nuevos vehículos eléctricos recargan sus baterías eléctricas durante las paradas establecidas de descanso que han de efectuar los conductores.
Dos son los puntos de recarga, donde basta con situar el autobús sobre ellos para, en tan solo 10 minutos, recargar dos tercios del total de capacidad de la batería. Suficiente para recorrer los 24 kilómetros de ruta que tiene cada uno de estos buses.
Los nuevos vehículos permiten ofrecer el mismo servicio que los anteriores, 17 horas diarias y 7 días a la semana. Gracias al cambio de los antiguos autobuses se calcula que se va a evitar la emisión de unas 269 toneladas de CO2 cada año, además de suponer un ahorro económico de entre 15.000 y 18.000 Euros al año.
Proyectos similares se están llevando a cabo en Génova y Turín (Italia), Mannheim (Alemania), Den Bosch (Holanda) y también, como publicamos en Tecnocarreteras, en Málaga donde se espera que en septiembre de este año comiencen las obras para la instalación de las infraestructuras de recarga.